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Un masivo encuentro de productores, dirigentes de agropecuarios y representantes de la industria frigorífica que se realizó el miércoles 7 de abril arrojó al menos una certeza auspiciosa en Santiago del Estero: el NOA dejó de ser el “futuro” de la ganadería argentina para convertirse en un presente virtuoso pero que debe ser “empujado” por un nuevo paquete tecnológico que está disponible.
Esa fue la primera gran conclusión del nuevo seminario regional “Ganadería y Compromiso” que realizó el IPCVA, en el que participaron más de 400 productores y disertaron economistas, investigadores, técnicos del INTA, industriales y representantes de las asociaciones de criadores.
Según Oscar Melo, de la Universidad Católica de Córdoba, el destino del NOA es producir animales pesados pero en el camino de crecimiento que ha emprendido en los últimos años se debe lograr un uso eficiente de los tres recursos disponibles: la superficie, los animales y el tiempo, para poder aumentar la producción con mejoras en la cría, la recría y la terminación de los animales.
“En esta región que pensar en la producción por animal y no solo hablar por hectárea, para llegar a una mejor oferta en un corto plazo”, sostuvo.
Melo recomendó, además, tener un rodeo –nacido y criado en el lugar- lo más estacional posible, y estimó que los servicios en el norte nunca deben ser superiores a los 90 días, luego del destete del ternero.
De ese modo, opinó, se suman en al porcentaje de preñez una buena selección de las vacas que perdieron la cría.
En cuanto al manejo del pasto, se recomendó el uso de pasturas consociadas con gramíneas para lograr una mayor estabilidad y no perder plantas.
El destino del norte, según varios de los disertantes, es producir animales pesados, tanto machos como hembras, y volver a la recría para lograr un novillo gordo joven con apenas más de dos años.
Para ello es necesario implementar una suplementación con alimentos que provean la proteína que no tienen los pastos pobres del NOA.
La apuesta, entonces, es aplicar el paquete tecnológico disponible para lo cual los productores solamente necesitan un escenario de certezas a mediano y largo plazo.
“Es un gran desafío, porque un productor que utiliza tecnología e información se queda en la ganadería, y el que no utiliza la tecnología se pasa a la soja”, sostuvo Chiesa.
“Con el mismo stock que tenemos y el avance ganadero en zonas como el NOA podemos producir un millón de toneladas de carne, pero para eso tenemos que hacer las cosas bien”, agregó Chiesa, “Hay que diagramar políticas regionales, porque no es lo mismo producir en el NOA que en la pampa húmeda”.
Juan Baqué, director ejecutivo de la Asociación Braford Argentina, una de las razas más difundidas en la zona, destacó que “hay material genético para lograr producción de pasturas” adaptables a la región. La Asociación demostró, a través de estudios de campo en Salta y otras provincias, que se puede lograr un desarrollo completo del ciclo ganadero: cría, engorde y terminación con calidad.
Por su parte, Carlos Kunst, del EEA INTA de Santiago del Estero recordó que Santiago del Estero es la provincia con mayor stock del NOA, con el 56%, y que se mejoró sustantivamente el sistema con el advenimiento de especies de pasturas subtropicales y con la disponibilidad de insumos y tecnología.
Consideró necesario, para acompañar este proceso de crecimiento, "incrementar la oferta de forraje, agua, infraestructura –potreros-, uso de suplementación y silaje".
El NOA también enfrenta, según lo expuesto, otros "desafíos" como “el acceso a los mercados, la comercialización y competencia con la agricultura”, además de lograr una carne de la misma calidad y terneza que la tradicional carne de la pampa
"Hay que romper los paradigmas en la región porque se afronta un sistema de producción totalmente distinto con todo otro paquete tecnológico", concluyó Baqué.
"En los últimos años se produjo corrimiento de la ganadería hacia el norte del país y en especial hacia Santiago del Estero, que está ubicado en un lugar correcto para el desarrollo del sector”, sostuvo Jorge Torelli, Gerente del Frigorífico Mattievich y consejero del IPCVA. ”Independientemente de las cuestiones coyunturales, porque las exportaciones están limitadas, el NOA, la Argentina y el Mercosur en general tienen un futuro muy promisorio en la producción y exportación de carne".
"El desafío que tenemos es muy grande; todos nos sentimos un poco víctimas, pero no tenemos que asustarnos sino enfrentar los problemas: la suerte está echada, debemos ocupar un lugar en el país y en el mundo como cadena integrada de ganados y carnes", concluyó.
La visión económica del encuentro estuvo a cargo de Javier González Fraga (ex presidente del BCRA quien comenzó asegurando que “vengo a hablarles como productor y no como economista y quiero contagiarlos de un entusiasmo que tengo”.
“Estamos en la niebla y tenemos la sensación de que después no va a haber nada, pero la salida de la niebla se produce de repente. Y después de la niebla se ve el sol. Y el novillo de dentro de tres años lo vamos a vender fuera de la niebla y eso es muy bueno para la ganadería”, aseguró.
Para González Fraga el aumento de la carne es “inflación reprimida”, porque “simplemente recuperó los niveles que había perdido”.
Según sus palabras, “el mundo nos sonríe” porque además de que va a seguir demandando nuestros alimentos, “tenemos la bendición de estar al lado de Brasil, que está condenado a ser una de las cinco principales potencias en no más de 15 años. Tenemos que tratar de ser los mismo que es Canadá para Estados Unidos”.
Si bien para el economista la deuda del país es “desarrollar la agroindustria” en los próximos años se van a registrar buenos precios internacionales, aunque “no buenísimos, pero enmascarados con un dólar débil”.
El cierre del encuentro estuvo a cargo de Chiesa, quien aseguró que “uno de los mayores desafíos que tiene el IPCVA –integrado por toda la cadena- es transferir conocimientos para que los ganaderos, como ocurrió con la agricultura, incorporen tecnología disponible para producir más y mejor carne”.
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