La cría bovina “ya no es la de antes”.

En los principios de la motivación; la importancia radica en el compromiso, por parte de quien imparte las condiciones hacia el resto. Esta responsabilidad debe ser acompañada por la instrumentación de las técnicas o métodos aprendidos, con continuidad y planificación en el tiempo.

Esta filosofía, pareciera ser lo que está sucediendo con la actividad de cría bovina en nuestra Pampa Húmeda Central. Lo visto días pasados en Venado Tuerto, no es más que un reflejo del compromiso que vienen adoptando, técnicos, profesionales, productores mixtos y hasta estudiantes de agronomía y veterinaria, sobre la necesidad imperiosa de adoptar técnicas que conlleven a la equilibrada complementación entre la agricultura y la ganadería. Siempre es necesario recordar que esta propuesta técnica, desarrollada por el Méd. Vet. Martín Correa Luna (INTA Venado Tuerto), tiene como objetivo permitir expresar el potencial productivo de rodeos de cría en campos agrícolas. A diferencia de los planteos clásicos, se ubica a la vaca de cría en óptimas condiciones de producción, maximizando así la carga animal y la producción de terneros por hectárea, a bajo costo. Lográndose como resultado una producción mixta sustentable económicamente y sostenible en el tiempo.

Un calificado programa de contenidos técnicos fueron puestos a disposición de las casi 400 personas presentes. Durante el primer día y luego que el “dueño de casa” impartiera las pautas a ser tenidas en cuenta para poder desarrollar cría bovina intensiva; el Ing. Agr. Marcelo de León (INTA Manfredi) entregó un contenido invalorable referido a la técnica de silaje de maíz y sorgo en cría bovina intensiva. “La principal característica de los silajes de maíz y sorgo, que favorece su utilización en la producción de carne bovina, es su alto potencial de producción de forraje de buena calidad. Este aspecto es de fundamental importancia para la intensificación de los sistemas de producción, ya que uno de sus objetivos es el incremento de la carga”, comenzó afirmando el técnico, a la hora de simular un sistema de cría intensiva para cubrir con silaje los requerimientos de un rodeo durante tres meses y realizar una buena utilización de las pasturas durante el resto del ciclo de producción donde se llega al siguiente resultado de una carga animal del sistema: 3.17 vientres / ha.

Otro de los puntos calificados del programa fue el bloque referido a la evaluación agronómica de los sistemas de cría bovina intensiva, la dinámica del agua de los rastrojos y la ponencia del Ing. Agr. Telmo Trossero sobre el agro ecosistema mixto en SD permanente.

Debido al escaso conocimiento de los efectos causados por el pastoreo y pisoteo de rastrojos de los animales, muy esperados fueron los resultados preliminares del proyecto (FAUBA INTA VT) que lleva adelante el Ing. Agr. Miguel Taboada, quien presentó un ensayo comparativo sobre tipo de suelos y manejo. El profesional de UBA concluyó diciendo “No se observaron diferencias en densidad aparente causadas por el pastoreo, hecho coincidente con lo hallado por otros autores (García Prechac et al., 2004; Díaz Zorita et al., 2002). La densidad fue siempre significativamente (P<0,05) más alta en el Hapludol que en el Argiudol, lo cual resulta de las diferentes porosidades de suelos con diferente textura. Los valores fueron similares a otros hallados en otros sitios con los mismos suelos (Micucci & Taboada, 2006; Taboada et al. 1998). Los cambios en densidad aparente por pisoteo animal se manifiestan hasta los 10 cm. de profundidad (Chanasyk & Naeth 1995). Sin embargo, las densidades halladas son inferiores a las máximas que pueden alcanzar estos suelos (1,46 – 1,48 Mg m-3).

A la hora de acabar con las dudas que existen sobre las ventajas y desventajas del uso de los rastrojos, la visión de Trossero fue determinante “…El componente radicular del cultivo, es decir lo que está dentro del suelo es lo que mayormente aporta al balance de carbono del suelo, y continua diciendo … El pastoreo directo aún siendo de alta intensidad mediante vacas de cría solamente puede cosechar alrededor del 30 % del material orgánico proveniente de rastrojos en superficie, el resto es parcialmente puesto en mayor contacto con el suelo por el pisoteo. De ese 30 % que el bovino ingiere prácticamente un 70 % o más lo está devolviendo mediante el bosteo y la orina, siendo muy importante para el ciclado de nutrientes permitir que esto se realice dentro de la misma parcela del lote y no en sectores predeterminados como ensenadas, aguadas, corrales. A manera de conclusión el Ing. Agr. Telmo Trossero afirma que un sistema de siembra directa integrado de agricultura con cultivos de renta en rotación, donde el cultivo de maíz interviene en una proporción cercana al 50 % del área ocupada por la agricultura, intercalando cultivos llamados verdeos con la finalidad de aprovechar los recursos del ambiente en forma más eficiente, donde un porcentaje cercano al 20 % sea ocupado por praderas de base alfalfa en rotación, donde el aprovechamiento se realiza mediante pastoreo directo por bovinos de cría tanto del forraje como de los rastrojos es totalmente viable, estable y sustentable en el tiempo, manteniendo al mismo tiempo una mayor biodiversidad que los sistemas agrícolas puros.

Para finalizar con esta entrega, bien vale la pena traer a colación un concepto básico acerca de lo fundamental y lo más efectivo acerca del cambio (David Firth, julio 2000) “…para lograr el cambio se requiere un conjunto de herramientas e intervenciones que saque la metodología del papel y haga que el cambio ocurra en tiempo real.