Artículos y Noticias de la Carne Argentina y el campo.
Ante todo y apelando simplemente a
la memoria, surge el interrogante si los años que ha invertido el sector para
crear este organismo han sido en vano, dado que la propuesta contempla la
limitación de un conjunto de actividades que hacen del IPCVA la herramienta
natural para mejorar la competitividad cárnica argentina.
Es necesario aclarar que lo que
está en juego es nada más ni nada menos que los lineamientos estratégicos que
han definido con suficiente claridad los propios interesados en este negocio.
Esta madurez y responsabilidad dirigencial no ha sido gratuita, ni producto de
la casualidad. Es el resultado de largos debates e intercambios de ideas y
opiniones referidas a cómo debía ponerse a trabajar la cadena en su conjunto,
sin pedirle tanto al estado y construyendo su propio futuro sobre la base de un
proyecto verdaderamente innovador en lo organizacional.
Podrá cuestionársele al IPCVA la
velocidad con que ha resuelto algunas cuestiones operativas en sus primeros
meses de vida, pero debe recordarse que está escribiendo su propia historia y
que no hay antecedentes al respecto en nuestro país. A pesar de ello, ya está
dando cabales muestras de todo su potencial gracias a la complementación de
acciones en el plano interno y externo con la finalidad de mejorar la
situación de todos los actores involucrados en el negocio cárnico.
En este camino recorrido, el
instituto se ha manejado con absoluta convicción, aprovechando siempre la
sinergia de sus representantes para lograr un desempeño altamente
profesional en todos los temas en que ha debido involucrarse.
Es intención hacer hincapié en
la importancia asignada por el IPCVA a la inteligencia de mercados como
herramienta para desplegar un marketing verdaderamente exitoso en función de
los beneficios equitativos entre los actores que operan tanto en nuestro país
como en el plano internacional.
La visión sistémica del negocio
cárnico es el primer paso para poder hacer un diagnóstico del sector de cara a
aquellos análisis prospectivos que definen las posibles estrategias a
desarrollar. En este sentido y dado
que existen sobrados ejemplos en el mundo, en los que las cadenas
agroalimentarias empiezan a desarrollarse a expensas de su mercado interno, se
plantea aquí la necesidad de caracterizar e interpretar nuestra realidad.
¿Cuánto
sabemos de carne en Argentina?
Argentina no cuenta en la
actualidad con información detallada respecto a sus consumidores de carne. Más
allá del dato sobre consumo per cápita, el cual se construye a partir de
información estadística no del todo confiable, se desconocen aquellos aspectos
que hacen del consumo de carne un proceso sumamente complejo y dinámico
Entrando en el terreno
cualitativo, existe trabajos de investigación del Centro de Estudios del
Sistema Agroalimentario de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad
Nacional de Lomas de Zamora, realizados en Capital Federal y Gran Buenos Aires,
que demuestran como de la totalidad del animal, en el primer plano de
preferencia por cortes hay un 30 % de la res (asado, lomo, nalga, etc), sumado a
un 14 % en un segundo plano de elección (tortuguita, palomita, carnaza,
matambre, etc.). Un dato revelador que se desprende de esta investigación,
realizada entre Abril y Mayo de 2002, es que el 56 % restante de la res
es sencillamente ignorado por el consumidor en el momento de seleccionar la
carne que va a comer (Revista Forrajes & Granos, Febrero 2003)
Trabajos de investigación
realizados en la Universidad Nacional de Mar del Plata, presentados en el año
2000, en la Reunión Anual de Economía Agraria, y en el que se caracterizaron
las diferencias regionales en el consumo de alimentos en Argentina, demuestran
que los hogares más carnívoros, continúan siendo aquellos de menor nivel de
educación e ingreso. Asimismo, los gastos en carnes son más sensibles a las
variaciones en estas familias comparadas con las relativamente más ricas.
Puntualmente, el trabajo
“Cambios estructurales en el consumo de alimentos. Un intento de cuantificación
a partir del consumo de carne vacuna en los hogares marplatenses”, llevado
adelante por el mismo grupo de investigación, permite visualizar la evolución
del consumo de carnes durante la década del ´90 en este centro turístico.
Al considerar el gasto de cada
tipo de carne (vacuna, pollo y pescado) en relación al gasto de carne en su
conjunto, se observa una disminución de la participación del gasto en carne
(de 77,5 % a 66,1 %) y un aumento de la importancia relativa del gasto en pollo
(de 13,8 % a 22,7 %), y en menor medida, del gasto en pescado (de 8,7 % a 11,2
%). El análisis efectuado sobre el gasto en los distintos tipos de cortes, con
relación al gasto en carne vacuna total, es posible verificar una redistribución
de los mismos; las mayores proporciones de gasto a fines de los ´80
correspondieron a los cortes de más calidad y precio, mientras que a fines de
los ´90 los cortes como bife ancho, asado y picada son los que representaron
mayor proporción.
En lo que respecta a análisis de
precios, según datos del Indice de Precios al Consumidor para Capital Federal y
GBA (Indec), entre Diciembre de 2001 y Junio de 2004, el valor minorista de la
paleta aumentó un 102 %, el del cuadril un 82%, el bife angosto un 80 % y el
asado un 53%. El consumo interno de carne, luego de descender unos peldaños
durante 2002 y 2003, habría aumentado durante el primer semestre de 2004 para
ubicarse por encima de los 60 Kgs por habitante por año (de acuerdo a Ignacio
Iriarte uno de los principales referentes en la temática sería de unos 67
kilos si se considera la faena en negro)
Este especialista sostiene además
en un artículo publicado en la última revista CREA, (Septiembre de 2004) que
durante la crisis de 2002, las amas de casa, disminuyeron el consumo de una
enorme cantidad de productos, casi todos, menos carne vacuna. En la reasignación
de gastos que hicieron las familias, la carne salió ganando y se consumen en la
actualidad entre 2 y 3 kg más de un producto que vale casi un 90 % más que dos
años atrás.
De acuerdo a un trabajo efectuado
en Marzo de 2003 por Roberto Bisang de la Universidad Nacional de General
Sarmiento, referido a las tramas de carnes bovinas en Argentina a solicitud de
la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Economía de la Nación,
el consumidor argentino compra en base a un conocimiento escaso del producto.
Por lo general descansa en su decisión sobre el juicio del carnicero o su
experiencia pasada de compra. Por
este motivo, desarrolla cierta fidelización hacia los puntos de venta que
frecuenta habitualmente, a pesar de la clara asimetría informativa y pocas
chances de diferenciar precios por calidad.
Un trabajo de investigación de la
Asociación Argentina de Marketing, disponible inclusive en su página web,
plantea los cambios que se han dado en nuestro país, en relación a la
transformación de la mujer y su impacto en los consumos.
La variación de las conductas
derivadas de mayores responsabilidades en el sustento económico del hogar,
menores tasas de nupcialidad y fecundidad tiene una correspondencia con los hábitos
de compra. Así, en consulta a las interesadas sobre el tema, el 63 % opina que
los mismos han cambiado mucho, el 36 % algo y sólo el 5 % nada.
Estos aspectos que se han
mencionado en párrafos anteriores y que se han presentado solo a título
informativo, dejan entrever algunas características de nuestro mercado que
justifican por sí mismas la necesidad de llevar adelante estudios para
profundizar el conocimiento que se posee en la actualidad.
A primera vista cualquier
argentino, respondería sin temor a la pregunta ¿Cuánto sabemos de carne? que
somos los campeones del mundo en esta cuestión, que no tenemos nada que
aprender al respecto.
De hecho, nuestro primer puesto en
el consumo/cápita estaría respaldando esta afirmación, pero precisamente es
aquí donde es interesante indagar, cuando esta pregunta se efectúa en el marco
de una estrategia empresaria y pensándola desde la inteligencia de mercados.
Conociendo
nuestro mercado interno
No hay que confundir el saber
popular con la utilidad que puede representar un sistema de información en
marketing en el momento de tomar decisiones trascendentes. En esta línea de
pensamiento, es imprescindible tener en claro que hay dos niveles de
interrogantes a responder.
Así, la aclaración de ciertas
cuestiones, conducirá al perfeccionamiento del diagnóstico para el planteo del
marketing en el plano estratégico y por otro lado, la conceptualización e
interpretación del funcionamiento del mercado servirá para hacer más
eficiente cualquier acción promocional que se tome desde el punto de vista táctico.
Las
preguntas estratégicas a responder
¿Hay suficiente conocimiento del
mercado interno o es necesario encarar estudios de mercado en distintas regiones
del país que aporten información estratégica para una adecuada toma de
decisiones en la cadena de ganados y carnes?
¿La carne está bien conceptuada
como alimento o es necesario implementar en Argentina campañas de marketing que busquen revertir la tendencia
decreciente en el consumo local?
¿No hay más espacios para
desarrollar nuevos negocios en los segmentos de consumidores más pudientes del
país o es posible encarar acciones de promoción específicas que apunten a
desarrollar productos cárnicos con mayor valor agregado?
¿Los segmentos de mercado de
menores recursos no pueden diversificar su consumo o es factible desplegar una
estrategia que apunte a educar a los consumidores respecto a la disponibilidad
de otros cortes vacunos y nuevos usos culinarios?
¿Los turistas extranjeros que
visitan nuestro país se llevan la mejor impresión de nuestras carnes o es
posible encarar acciones de promoción interna que fortalezcan
la imagen de las carnes argentinas en el comercio internacional?
Los
interrogantes a resolver en el plano operativo
En caso de tomar la decisión de
poner en marcha una campaña de marketing que promocione a la carne como
alimento dentro del país…,¿Cuál sería el mejor argumento para el mensaje
central a transmitir? ¿Qué opinamos los argentinos respecto a la carne y su
influencia en el incremento del colesterol? ¿Cuáles son las objeciones que
tiene la carne como alimento? ¿Interesa verdaderamente su valor nutracéutico?¿Su
pérdida de espacios frente a otras
carnes se debe al auge de la cultura ligth?
En caso de implementar un plan de
marketing específico para los segmentos de mayor poder adquisitivo…,¿Cuál
sería el medio de comunicación más apropiado para llegar a los niveles
socioeconómicos más elevados? ¿Cuáles sería aquellos eventos empresarios,
sociales, culturales, etc. que deberían tenerse en cuenta en el momento de
realizar auspicios o patrocinios? ¿Cuáles son los mejores “referentes”
para aconsejar sobre las posibilidades de uso de la carne en este segmento de
mercado?
En el marco de una estrategia de
marketing destinada a los sectores de más bajos recursos, que promocione cortes
vacunos de menor valor…,¿Cómo debería encararse la campaña, haciendo
hincapié en las acciones promocionales dirigidas hacia los consumidores o
poniendo énfasis en la capacitación y motivación de carniceros teniendo en
cuanta que tienen mucha incidencia en el proceso de compra? ¿Cuál es
verdaderamente la incidencia en el proceso de compra que tienen los responsables
de los puntos de venta en barrios céntricos? ¿Cuál es el grado de sustitución
existente entre distintos cortes y cómo puede llegarse a incrementar? ¿Frente
a una hipótesis de incremento de precios, qué cortes vacunos se dejan de
consumir y cuáles resisten más incrementos de precios antes de que el
consumidor tome la decisión de reemplazarlos por otros? ¿Qué porcentaje de
los consumidores de carne conoce el azotillo, la marucha o la paleta? ¿Qué uso
le dan o cómo cocinan frecuentemente a la falda o al cogote?
Pensando en llevar adelante una
estrategia de marketing que apunte a los turistas que visitan nuestro país…,¿Tiene
sentido desarrollar algún sello de calidad para que respalde la calidad de
nuestras carnes en hoteles, restaurantes, aeropuertos, etc.? ¿Qué aspectos
deben resaltarse como atributos, en virtud del país de origen de los
extranjeros? ¿Qué elementos existen en el imaginario de los turistas que
pueden utilizarse sinérgicamente en las acciones específicas de comunicación
dirigidas hacia este segmento de mercado?
Como puede apreciarse, solo bastan
algunas líneas para demostrar que más allá del impacto del precio en las lógicas
de consumo, existe actualmente una inmensa variedad de situaciones en relación
al consumo de carnes en nuestro país.
Por estas razones, cualquier
inferencia que se haga respecto al comportamiento del mercado interno o de las
interacciones que se produzcan entre éste y la apertura de nuevos mercados
internacionales se fundamentan en apreciaciones superficiales carentes de
solidez académica, científica y comercial, circunstancia que abre
interrogantes respecto a la toma de decisiones acertadas en un contexto de
creciente complejidad.
Las tendencias manifiestas en el
pasado reciente, si bien brindan una idea de lo que puede llegar a acontecer en
el futuro, no es conveniente que sean extrapoladas de manera lineal a nuestros días,
dado que nuevas variables influyen en el consumidor y determinan complejos
patrones de consumo y preferencias respecto al alimento carne.
El IPCVA está en proceso de
elaboración del Primer Mapa de Consumo
de Carnes en Argentina, herramienta para la toma de decisiones hasta ahora
inexistente precisamente en el “país más
carnívoro del mundo”.
En este sentido, las líneas de
acción encaradas en el Area de Promoción Interna posiblitarán una vez que se
cuente con las conclusiones definitivas del estudio de mercado, cumplir con los
objetivos planteados oportunamente y que se detallan a continuación:
Objetivos
Generales:
Objetivos
específicos:
¿Qué
hacen otros países?
Países que compiten con el
nuestro, como por ejemplo Uruguay, o países a quienes les vendemos nuestras
carnes, como por ejemplo Chile, cuentan con información detallada del
funcionamiento de su mercado interno.
Con respecto a este tema, la
Fundación Chile, ha efectuado un estudio de mercado de la carne bovina en su país,
que ha permitido brindar información detallada referida a la comercialización
de carnes a nivel de supermercados y carnicerías; análisis del mercado de
restaurantes y la calidad de la carne vacuna y su grado de valoración en el
mercado doméstico.
Disponibilidad a comprar cortes
vacunos frente a incrementos de precios en el mercado interno chileno
Total de cortes |
Si (%) |
No (%) |
Depende (%) |
Filete |
37 |
57 |
6 |
Lomo liso |
39 |
50 |
11 |
Lomo veteado |
54 |
43 |
3 |
Asiento |
42 |
56 |
0 |
Asado abastero |
75 |
25 |
0 |
Asado carnicero |
71 |
11 |
18 |
Punta de ganso |
49 |
39 |
12 |
Punta de paleta |
65 |
27 |
7 |
Punta de picana |
23 |
51 |
26 |
Posta negra o rosada |
57 |
38 |
5 |
Malaya |
48 |
52 |
0 |
Plateada |
55 |
45 |
0 |
Pollo de ganso |
49 |
50 |
1 |
Palanca |
78 |
21 |
1 |
Tapapecho |
46 |
54 |
0 |
Tártaro |
78 |
22 |
0 |
Carne molida especial |
48 |
52 |
0 |
Otros cortes |
39 |
59 |
2 |
Total |
49 |
46 |
5 |
Fuente: www.fundacionchile.cl
Cadena agroalimentaria de la carne bovina en Chile
Tal como se advierte en el cuadro
adjunto, es posible establecer en el país trasandino la respuesta del público
ante incrementos de precios de la carne, sacando interesantes conclusiones
respecto a la elasticidad de la precio/demanda de distintos cortes, es decir la
reacción del consumo frente al incremento en las cotizaciones de los distintos
cortes. Tal como manifestaron dirigentes agropecuarios en una reunión llevada a
cabo recientemente en la que el IPCVA informó respecto de sus actividades, sería
bueno contar con información de este tipo en Argentina, previendo posibles
aumentos en los niveles de precios ante las perspectivas favorables para la
apertura de nuevos mercados internacionales.
Detallando un poco más lo
beneficios de realizar inteligencia de mercado, los chilenos están en
condiciones de tener información desagregada respecto a las razones esgrimidas
para preferir distintos cortes de carne según segmentos de consumo y son
capaces de establecer la influencia del mercado doméstico argentino sobre la
cotización de los productos cárnicos dentro del chileno.
En el caso de los uruguayos, dada
la importancia del mercado doméstico para la economía del país, el Instituto
Nacional de Carnes de Uruguay ha delineado, dentro de su Plan Estratégico 2002
– 2005, una investigación tendiente a lograr un mayor conocimiento, poniendo
énfasis en estos aspectos: 1) Preferencias y actitudes de los consumidores; 2)
Estrategia de productos; 3) Agentes y canales de distribución y 4) Análisis de
la comunicación.
Se adjunta en este caso, un cuadro
síntesis que demuestra cuales serían los factores que harían variar el
consumo de carne vacuna en el país vecino.
Elementos que hacen variar el
consumo de carne vacuna en Uruguay
|
Seguro que si |
Probablemente Si |
Probablemente NO |
Seguro que NO |
Si la carne fuera más barata |
65 |
20 |
10 |
5 |
Si fuera más tierna |
27 |
34 |
27 |
10 |
Si la Sociedad Uruguaya de cardiología certificara ciertos cortes como seguros para la salud |
26 |
31 |
27 |
12 |
Si la carne se pudiera comprar pronta para comer |
4 |
11 |
44 |
39 |
Si hubiera marcas en las cuales confiar |
19 |
28 |
32 |
18 |
Fuente: INAC Uruguay. La
comercialización de carne vacuna en la ciudad de Montevideo. Una primera
aproximación. Serie Técnica INAC S/N Mayo 2003.
Asimismo, el conocimiento de las lógicas
de consumo a nivel interno, parece ser un camino seguido por un sinnúmero de países,
independientemente de su posición en el comercio mundial de carnes y sin duda
es una acción que contribuye a incrementar la competitividad global de todos
los agentes de la cadena cárnica.
El trabajo “Marketing de carnes
rojas en la Unión Europea: nuevas estrategias”, financiado por la Comisión
Europea, determinó a través de una serie de encuestas realizadas en
Aragón y en Lerida, los principales factores que definen la calidad de la carne
desde el punto de vista de la industria frigorífica y los consumidores. En tal
sentido, probablemente el dato más interesante radica en la divergencia
existente entre el concepto de calidad que tienen los operadores de la cadena y
los consumidores. Los primeros están muy interesados en las características
intrínsecas de la carne, como el engrasamiento, la coloración, la terneza y la
presencia de residuos. Estos aspectos interesan mucho a los consumidores, pero
no son los únicos aspectos que valoran. Otros atributos, a los que el
consumidor normalmente no tiene acceso y que están relacionados con el proceso
productivo y de transformación, están teniendo creciente relevancia. Así, el
origen, el sistema de crianza y alimentación, el medio ambiente y el bienestar
animal, los sistemas de aseguramiento de la calidad, etc, deberían ser
considerados por la industria frigorífica para satisfacer la demanda.
El hecho que nuevos atributos de
calidad estén siendo cada vez más apreciados, sumado a la creciente
diversificación de estilos de vida, gustos y preferencias, brinda oportunidades
al sector, para establecer estrategias diferenciadas en los productos
agroalimentarios y en especial en la carne, que sigue siendo un producto
altamente indiferenciado, sin marca y que se vende mayoritariamente a granel.
La carne argentina estará presente una vez más en una de las ferias de alimentación más importantes de los países árabes.
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