Artículos y Noticias de la Carne Argentina y el campo.
Son cada vez más habituales los informes que se reciben de las plantas de
faena sobre animales vacunos descontrolados y difíciles de manejar. No es sólo
una cuestión de trato humanitario y eficiencia en el procesamiento, sino
también de calidad. El ganado descontrolado tiende a rendir más carne oscura
(dark cutters), un defecto grave en la calidad, pues reduce el período de vida
útil de los cortes en el anaquel del supermercado y también le da un color
indeseable al producto.
Hay dos razones principales por las cuales está sucediendo esto: los cambios en
la genética y las mejoras en el registro de datos. A medida que más
productores ganaderos se unen a programas de alianzas, hay más ganado cuyos
resultados son medidos desde el nacimiento hasta la faena. El problema de los
animales descontrolados es más grave en el ganado de genética arisca que
además nunca ha sido manejado por gente a pie hasta que llega a la planta de
faena.
Los criadores ganaderos y los engordadores a corral pueden prevenir el problema
de los animales descontrolados si acostumbran al ganado a ser trabajado tanto
por gente a pie como por gente a caballo. Lo ideal sería que esto se hiciera en
el rancho de origen y también en el corral de engorde.
¿Por qué aparece este problema ahora?
El ganado ha sido arreado a caballo durante décadas, de modo que ¿por qué
aparece este problema ahora? Algunas de las razas actualmente en boga son más
ariscas que las Angus o Hereford puras. En general, las razas británicas
Hereford, Shorthorn y Angus son más mansas que la mayoría de las razas
originadas en el continente europeo.
La búsqueda de la carne magra también puede haber contribuido a los problemas
de temperamento. He observado que, dentro de una misma raza, los animales magros
y delgados, con huesos finos, son mucho más propensos a entrar en pánico o a
ponerse nerviosos que los animales de esqueleto más pesado. En otras palabras,
si uno cría vacunos que se parecen a los ciervos, tenderán a actuar como
ciervos, no importa su raza. El problema de los animales de genética arisca es
que se ponen agresivos cuando se los enfrenta a una situación nueva, como les
sucede en una planta de faena en la cual la gente trabaja a pie. El ganado de
genética arisca puede ser manso y tranquilo mientras está en un lugar conocido
con gente conocida. Pero puede estallar y entrar en pánico cuando se lo pone
súbitamente frente a nuevas experiencias.
Los animales de las razas Angus y Hereford son tranquilos y suelen tener más
capacidad para tolerar experiencias nuevas, tales como entrar a una pista de
ventas o ser manejado por gente a pie por primera vez. Algunos rancheros están
criando cruzas de Angus y razas continentales con miras a obtener animales más
grandes y magros para el programa de Angus Certificado. Algunas de estas cruzas
son muy ariscas, incluso más que las cruzas entre razas británicas.
Una buena manera de seleccionar toros para programas de cruzamiento es observar
su comportamiento en la pista de ventas. Si resoplan y golpean las cercas, es el
tipo de toros que se debería evitar. Es probable que produzcan terneros que
huirán del camión repartidor de alimento en los corrales de engorde y que se
pondrán muy agitados al llegar a la planta de faena.
El ganado de temperamento nervioso debe ser acostumbrado a soportar las
imágenes y los sonidos asociados a las situaciones novedosas. En sus ranchos de
origen, deben ser habituados a gente que camine en calma entre ellos, a vaqueros
montados a caballo y al paso de los distintos vehículos. Cuando estas novedades
les sean presentadas por primera vez, deberá ser en un contexto neutral e
inofensivo.
Informes de los corrales de engorde y las plantas de faena
En un corral de engorde, el gerente me informó que los animales que venían de
un determinado rancho eran muy alocados y difíciles de manejar cuando el
personal trabajaba a pie. Dado que estos animales no toleraban que se les
acercara una persona caminando, los empleados encontraban que les era más
fácil trabajarlos siempre a caballo. Cuando esos animales iban a la planta de
faena, eran expuestos por primera vez en su vida al manejo de alguien que
trabajaba a pie. En esa situación, se ponían muy descontrolados, eran
difíciles de manejar y sus carcasas presentaban un 20 por ciento de carne
oscura.
Les recomendé que cuando recibieran animales de ese rancho, comenzaran de
inmediato a entrenarlos para que toleraran que una persona caminara en calma en
medio de su corral. El ganado diferencia entre una persona que camina entre
ellos y otra que camina por la calle exterior al corral, de modo que se debe
caminar adentro del corral para que el aprendizaje sea efectivo. Esos animales
también deberían acostumbrarse a la experiencia de ser sacados de los corrales
y arreados por los callejones tanto por gente a pie como a caballo.
En otro caso, el encargado de los corrales de una planta de faena me informó
sobre los problemas que tenían con animales descontrolados en los lotes
provenientes de un corral de engorde en particular. Me dijo que eran muy
difíciles de sacar de los corrales, y que se ponían muy agitados por más que
sus empleados trataran de moverlos en calma. Cuando me dijo el nombre del corral
de engorde del que venían esos animales tan violentos, casi no lo pude creer.
Yo lo había visitado anteriormente, y había visto que manejaban el ganado era
manejado con mucha calma cuando lo llevaban a la manga para ser vacunado. Casi
nunca usaban la picana eléctrica. Este corral de engorde tenía uno de los
mejores niveles de manejo animal de la industria.
Luego descubrí la causa del problema. Gran parte de los animales que venían de
este corral de engorde nunca habían sido sacados de un corral por alguien que
estuviera a pie. Habían sido arreados por jinetes tanto en los ranchos de
origen como en el corral de engorde. Cuando se los vacunaba, una persona montada
a caballo los traía de su corral de estadía, los entraba al corral de encierro
circular, y de allí los hacía pasar a la manga. En la mayoría de los corrales
de engorde, el trabajo de los últimos 30 metros, que incluye la entrada al
corral circular y la salida de éste hacia la manga de vacunación, lo hace una
persona a pie. En esta empresa, en cambio, el ganado jamás pasaba por la
experiencia de ser manejado por gente a pie. Las únicas personas que veían a
pie eran las que trabajaban en la manga de inmovilización.
En otro rancho pasaba lo contrario: era imposible trabajar a caballo con el
ganado. El propietario siempre trabajaba a pie, y la primera vez que los
animales veían gente a caballo era cuando se los enlazaba para marcarlos. Por
ello, ese ganado había adquirido miedo a las personas montadas a caballo. Es
probable que, al llegar al corral de engorde, estos animales serían difíciles
de manejar por gente a caballo.
Las primeras experiencias son las que no se olvidan
La primera experiencia de un animal con algo nuevo puede tener un efecto muy
duradero en su comportamiento futuro. Los animales tienden a reaccionar ante
cada situación según haya sido su primera experiencia. Si la primera
experiencia de un ternero con la gente es mala, ya sea a pie o a caballo, es
probable que ese animal sea difícil de manejar por el resto de su vida.
Durante las semanas previas a la marcación, los ganaderos deberían recorrer
los lotes de animales con una actitud neutra e inofensiva, metiéndose entre
ellos tanto a pie como a caballo. También se debería enseñar al ganado a
tolerar el movimiento de vehículos. Este manejo contribuirá a producir
animales más mansos, que serán más productivos en el corral de engorde.
Investigaciones realizadas en Colorado State University indican que los animales
que se agitan y ponen nerviosos durante el trabajo en la manga tienen menores
ganancias de peso en el corral de engorde y producen un porcentaje más alto de
carne oscura y dura. Los investigadores australianos también han comprobado que
los terneros habituados a que la gente se mueva entre ellos, tanto a pie como a
caballo, se convierten en animales más mansos cuando crecen.
En una reunión reciente, un ranchero me preguntó si ponerle una caravana en la
oreja a un ternero recién nacido puede tener un efecto negativo en su
comportamiento futuro. Si bien los bovinos tienen recuerdos imborrables, no
existen investigaciones que determinen que un ternero recién nacido tenga buena
memoria. El trato requerido para ponerle una caravana a pocos días de nacido
será mucho menos estresante que el que hará falta más adelante, cuando haya
que enlazarlo o pasarlo por una manga. Para evitar posibles problemas, sería
mejor tratar al ternero con suavidad y hacer este trabajo lo más temprano que
se pueda tras el nacimiento del animal.
El temperamento arisco de los continentales
En todos los casos arriba comentados, los animales pertenecían a las razas
continentales puras o eran cruzas con las mismas. ¿Por qué podrían ser más
ariscos que los de razas índicas o británicas?
Los científicos franceses P. Le Neindre, X. Boivin y A. Boissy publicaron un
artículo en Applied Animal Behavior Science, donde se ocupan de los problemas
observados cuando las razas ganaderas que originariamente habían sido
desarrolladas para usos intensivos, como las lecheras, son trasladadas a campos
extensivos. Ellos sostienen que los animales que han sido mansos bajo un sistema
intensivo pueden volverse indómitos cuando se los larga en campos abiertos.
Pienso que el problema se debe a su tendencia a entrar en pánico al ser
expuestos súbitamente a situaciones novedosas. Muchos rancheros me han contado
historias de animales de razas continentales que son mansos y tranquilos
mientras están en el rancho donde han nacido, pero se vuelven locos cuando se
los lleva a la pista de ventas. Los criadores de ganado puro para reproducción
han reconocido la importancia de seleccionar animales que sean menos ariscos.
Existen diferencias marcadas de temperamento entre las distintas líneas
genéticas de una misma raza.
Cuando hablo ante reuniones de productores ganaderos, los rancheros suelen
preguntarme por qué las razas británicas, como la Hereford y la Angus, son
más mansas que las continentales. Puede tener que ver con la forma en que los
primeros criadores de ganado bovino seleccionaron animales en Gran Bretaña y en
el continente. Las razas Hereford y Angus fueron desarrolladas en Gran Bretaña
como razas productoras de carne que eran criadas en pasturas. No tenían un
trato cotidiano con la gente. Cuando había que trabajar con ese ganado en las
instalaciones de aquellos tiempos, los animales que se descontrolaban o se
ponían agresivos eran descartados. Seguramente hubo una fuerte presión
selectiva en favor de los animales mansos.
En contraste, las razas continentales originarias de Francia, Italia y Alemania
fueron desarrolladas desde el comienzo para cumplir con varios propósitos.
Mientras que los Hereford y Angus fueron seleccionados para producir carne, las
razas de los países del continente debían proveer vacas lecheras, animales de
tiro y también producir carne. Es posible que el ganado continental se haya
criado en medio de una asociación mucho mayor con la gente que el ganado
británico. Hay razas europeas como la Salers y la Simmental que todavía son
utilizadas como ganado lechero hoy en día. Si un animal es manejado todos los
días por la gente y se cría en un ambiente lleno de personas y de actividad,
estas experiencias se convierten en su hogar familiar. En la actualidad, los
británicos todavía crían sus animales en pasturas, mientras que muchos
animales de razas carniceras criados en países del continente europeo viven en
pequeños galpones y tienen una asociación muy estrecha con sus dueños. Cuando
los animales se crían de esta manera, hay mucho menos descarte por mal
temperamento.
Si los terneros son expuestos a muchas experiencias novedosas cuando son
jóvenes, los productores ganaderos lograrán que sus animales sean más mansos.
Aunque la genética arisca esté presente, no habrá comportamientos nerviosos,
pues los animales habrán aprendido que la abundancia de gente, vehículos y
actividades no constituyen una amenaza.
Una de las mejores formas de lograr que un animal manifieste su temperamento
innato es exponerlo repentinamente a una situación novedosa y alarmante, como
por ejemplo una pista de ventas. Los animales que se agiten excesivamente en
esta situación serán aquellos que posean un temperamento genéticamente
arisco.
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