Artículos y Noticias de la Carne Argentina y el campo.
RESUMEN:
Este
estudio se realizó para evaluar el efecto del temperamento en la ganancia
diaria de peso de animales en engorde a corral. Los animales (292 novillos y 144
vaquillonas) fueron llevados a instalaciones para el engorde a corral del estado
de Colorado. Las razas y cruzas estudiadas fueron: Braford (n= 177), Simmental x
Angus Colorado (n= 92), Brangus Colorado (n= 70), Simbrah (n= 65), Angus (n= 18)
y Tarantesa x Angus (n= 14). Durante el procesamiento y pesaje de rutina, se
clasificó a los animales por su temperamento mediante una escala numérica
(puntaje en la manga de compresión). El ganado fue agrupado en dos clases según
la composición racial: cruza índica (con un 25% o más de sangre cebú o
Brahman) y no-índica. Los animales que tenían sangre índica fueron más
excitables y obtuvieron un puntaje promedio de temperamento más alto (3,45 +
0,09) que los animales que no tenían influencia de razas índicas (1,80 + 0,10)
(P < 0,001). Los datos también mostraron que las vaquillonas tienen puntajes
de temperamento más altos que los novillos (P < 0,05). La evaluación del
temperamento dentro de cada grupo racial demostró también que los aumentos en
el puntaje daban como resultado una disminución en las ganancias medias de peso
por día (P < 0,05). Estos datos demuestran que el ganado que estaba más
calmo y tranquilo mientras se lo manejaba obtuvo mayores ganancias medias de
peso por día que el ganado que se ponía nervioso durante los trabajos de
rutina.
Palabras
clave: Ganado bovino de carne, Temperamento, Ganancia de peso, Diferencias de género.
1
El estudio fue apoyado por la National Cattlemen´s Beef Association, Englewood,
Colorado 80515. Los autores expresan su reconocimiento a la compañía Deseret
Cattle & Citrus, de St. Cloud, Florida, por su cooperación y asistencia.
2 A quien se deberá dirigir la correspondencia.
3 Dirección actual: Gerber Agric., Inc., 650 S. Cherry St., Suite
600, Denver, CO 80222.
Introducción
"Si
a nadie le gustan las vacas salvajes ¿para qué criarlas?" Esta cita, de
La Filosofía Lasater de la cría vacuna (Lasater, 1972 y 1999), parece obvia
por razones de seguridad del animal y del trabajador. Algunos productores
ganaderos, de hecho, consideran que el temperamento es un rasgo importante
cuando seleccionan el ganado que van a comprar (Elder et al., 1980). Sin
embargo, a menudo se pasan por alto las implicancias económicas del
temperamento del ganado. Son cada vez más frecuentes los informes sobre
animales muy excitables, que se ponen muy agitados cuando se los inmoviliza o
arrea (Grandin, 1994). Esta tendencia podría ser contraproducente para la
industria de la carne.
Pocos
experimentos han tratado de identificar la vinculación entre el temperamento y
diversas medidas de productividad. Un estudio informó que las vacas con
temperamentos calmos tenían aumentos del 25 al 30% en la producción láctea
(Drugociu et al., 1977). Las observaciones tienden a mostrar que los animales de
peor temperamento tienen pesos vivos y ganancias de peso inferiores (Tulloh,
1961; Fordyce y Goddard, 1984), aunque no se han presentado muchos datos. El
presente estudio fue realizado para identificar la relación entre temperamento
y productividad, medida según el aumento diario de peso.
Materiales y métodos
El
ganado.
Cuatrocientos treinta y seis animales de 7 a 11 meses de edad, 292 novillos y
144 vaquillonas, fueron llevados a instalaciones para engorde a corral cercanas
a Fort Collins, Colorado, para su terminación. Las composiciones raciales incluían:
Los
animales Braford, Brangus Colorado y Simbrah serán considerados como cruzas con
Bos indicus; los Simmental x Angus Colorado, los Angus y los Tarantesa x Angus
serán considerados como Bos taurus.
Todos
los animales fueron recibidos en el corral de engorde durante el mes de
diciembre de 1994, y se los aclimató a las condiciones del engorde en corrales
durante 2 a 3 semanas, antes de comenzar la prueba. Los animales de cruza con
Bos indicus provenían de Florida; los Simmental x Angus Colorado venían de
Nebraska, y los Angus y Tarantesa x Angus fueron obtenidos en Wyoming. Todos los
animales, no importa su origen, habían sido producidos en establecimientos
extensivos, con mínima interacción con seres humanos. Mientras estuvieron en
el corral de engorde, los animales fueron distribuídos en grupos de entre 20 y
50 cabezas, siendo los lotes asignados según el rancho de origen, y por ende,
raza, género y peso. Todos fueron alimentados hasta lograr un espesor de grasa
subcutánea de 9 a 13 mm (con una meta de 11 mm) a la altura de la 12a.
costilla, determinado por índices visuales y por mediciones con ultrasonido.
Todos
los lotes recibieron una dieta que consistía básicamente de maíz entero y
silaje de maíz. Para conocer la dieta en detalle, véase O´Connor et al.
(1997). Los implantes de crecimiento fueron aplicados al comenzar el período de
terminación y nuevamente a los 120 días. Los protocolos de implante fueron los
siguientes: los novillos recibieron un implante inicial de Synovex-S (Syntex
Animal Health, St.Louis, MO) y un segundo implante de Revalor-S (Hoescht Roussel
Agri-Vet, Sommerville, NJ). Las vaquillonas recibieron Finaplix-H (Hoescht
Roussel Agri-Vet) en ambas oportunidades. Cada vaquillona recibió 0,4 mg/día
de acetato de melengestrol (MGA) durante todo el período de engorde a corral.
Procedimiento
experimental. Cada
aproximadamente 28 días, se midieron las ganancias de peso y el espesor de la
grasa subcutánea de todos los animales. Dos observadores independientes
evaluaron el temperamento de cada uno de los animales en distintos
procesamientos. Cada observador registró un puntaje de temperamento para cada
animal. La cantidad total de animales impedía completar en un mismo día la
observación de todos ellos. El observador 1 asignó una puntuación a animales
que ya habían pasado entre 4 y 8 veces por la manga de este corral de engorde.
El observador 2 calificó a animales que tenían su primera experiencia en esas
instalaciones de trabajo. Los observadores midieron el temperamento del lote de
animales utilizando métodos levemente diferentes. El observador 1 calificó a
436 animales Bos taurus y de cruzas índicas mediante un sistema de medición
del temperamento similar al empleado en Grandin (1993), asignando puntajes del 1
al 5. El temperamento de cada animal fue evaluado mientras estaba en la casilla
de una báscula para un solo animal, donde no se lo inmovilizaba. El observador
2 calificó a 304 animales de cruzas índicas mientras estaban inmovilizados en
la manga de compresión con la cabeza sujeta por el cepo, y asignó puntajes del
1 al 4. Los puntajes asignados corresponden a los comportamientos descriptos en
las siguientes escalas:
La
inmovilización de los animales en la manga de compresión hidráulica reduce el
margen de movimiento, y por ende, la nitidez de las diferencias entre las
distintas categorías de la escala. Por ello, se empleó una escala de cuatro
puntos para la medición del temperamento del animal sujeto por ese dispositivo.
No se puede hacer comparaciones entre observadores debido a las diferencias en
la movilidad de los animales en la manga de compresión y en la casilla de la báscula,
y a la cantidad de categorías de las dos escalas de temperamento. Por estas
diferencias de método, los dos conjuntos de datos se analizan por separado,
como si pertenecieran a dos experimentos independientes. En consecuencia, los
experimentos 1 y 2 se refieren a los datos recogidos por los observadores 1 y 2,
respectivamente.
Análisis
estadístico.
Los datos fueron analizados mediante el procedimiento GLM de la Sociedad
Norteamericana de Estadística (SAS, 1985). La ganancia diaria promedio fue
analizada con un modelo que incluía raza, género (cuando correspondía),
temperamento, raza paterna (como efecto aleatorio) y espesor de la grasa subcutánea.
El temperamento fue analizado con un modelo que incluía raza, género (cuando
correspondía), raza paterna y espesor de la grasa.
Se
compararon de a pares los promedios de cada categoría de temperamento, raza y género.
Resultados y análisis
El
cuadro 1 presenta los promedios mínimos cuadráticos de los pesos de entrada y
salida de los animales (en ambos casos, sin desbaste), los días en engorde y la
ganancia diaria media, según la raza.
Cuadro
1. Promedios mínimos cuadráticos de los datos de engorde, según raza a |
|||||
Razab |
n |
Peso
inicial (kg) |
Peso
final (kg) |
Días
en engorde |
Ganancia
diaria media,c kg/día |
Braford |
177 |
290 |
468 |
201 |
.95
+- .03 |
Brangus
Colorado |
70 |
308 |
507 |
206 |
.98
+- .04 |
Simbrah |
65 |
320 |
552 |
212 |
1.10
+- .04 |
Angus |
18 |
305 |
543 |
194 |
1.24
+- .06 |
Simmental/
Angus Colorado |
92 |
264 |
569 |
213 |
1.44
+- .02 |
Tarantesa/Angus |
14 |
301 |
550 |
207 |
1.21
+- .09 |
a
Datos correspondientes a los 436 animales calificados por el observador 1.
b Los datos han sido ajustados para un espesor de grasa constante de
11 mm, mediante técnicas de análisis de covariancia. El modelo incluye raza, género
(sólo para las cruzas índicas), raza paterna y espesor de grasa.
c
Las
cifras representan el promedio y el error estándar.
Análisis
de las diferencias raciales en el temperamento
Experimento
1. El
observador 1 recolectó datos sobre el ganado Bos indicus y Bos taurus. Nuestros
análisis demostraron que los puntajes de temperamento diferían según los
grupos raciales. No hubo diferencias en los puntajes de las distintas cruzas índicas
según las diferencias en sus porcentajes de sangre cebú o Brahman (1/4, 3/8 o
1/2). Los promedios del puntaje de temperamento de los animales de cruzas índicas
fueron más altos (P< 0,001) que los de los novillos de razas Bos taurus.
Esto concuerda con investigaciones que han demostrado que el ganado Bos indicus
es más temperamental o excitable que el Bos taurus (Elder et al., 1980;
Hearnshaw y Morris, 1984; Fordyce et al., 1988). Debido a estas diferencias, los
datos sobre ganancia de peso fueron analizados por separado para los grupos
raciales Bos indicus y Bos taurus. Los promedios de puntaje de temperamento por
raza se presentan en el cuadro 2. Hubo diferencias dentro del grupo de razas de
cruza índica, donde los Braford y Brangus Colorado presentaron temperamentos más
excitables que los Simbrah (P< 0,05). Para determinar con precisión los
promedios del puntaje de temperamento de cada tipo de cruza índica y de Bos
taurus, el análisis no tuvo en cuenta a las vaquillonas, pues las razas
taurinas sólo tenían novillos.
Cuadro
2. Promedios mínimos cuadráticos del puntaje de temperamento según
raza, solamente novillos (experimento 1) |
|
Razaa |
Promedio
de puntaje de temperamentob,c |
Braford |
3.62
+- .15d |
Brangus
Colorado |
3.78
+- .22d |
Simbrah |
2.89
+-.22e |
Total
de las Cruzas Bos indicus |
3.46
+- .09g |
|
|
Angus |
1.70
+- .19f |
Simmental
x Angus Colorado |
1.77
+- .07f |
Tarantesa
x Angus |
2.36
+- .31e |
Total
de los Bos taurus |
1.80
+- .10g |
a
El modelo incluye raza, raza paterna y espesor de grasa.
b 1= calmo, sin movimientos; 2= movimientos incesantes; 3=
torsiones y sacudimientos ocasionales del dispositivo de encierro; 4= movimiento
vigoroso y sacudimiento continuo del dispositivo de encierro; 5=: corcovos,
giros o lucha violenta.
c
Las cifras representan el promedio y el error estándar.
d,e,f Las letras distintas indican que las diferencias en los
promedios tienen P < 0,05.
g Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios
tienen P < 0,001.
Aunque
las diferencias entre los grupos raciales fueron estadísticamente
significativas, pueden no ser representativas de diferencias de temperamento
realmente basadas en la raza, debido a que también había diferencias en el
origen de cada grupo. Tal como se señalara en la sección Materiales y métodos,
todos los animales de cruzas índicas provenían de un mismo lugar, los
Tarantesa x Angus vinieron de un segundo lugar, y los Simmental x Angus Colorado
se originaron en un tercer lugar.
Experimento
2.
Una vez inmovilizados en la manga de compresión, no se observaron diferencias
de temperamento (P < 0,4) entre los animales de las distintas cruzas índicas.
El ganado Braford tuvo un promedio de puntaje de temperamento de 2,0 +- 0,12; el
Brangus Colorado, de 2,18 +- 0,17; y el Simbrah, de 2,11 +- 0,14, en una escala
de puntaje de 1 a 4. En este experimento no se incluyeron los animales de razas
Bos taurus.
Análisis
de las diferencias en ganancia de peso
Experimento
1.
Nuestros resultados muestran un efecto significativo del puntaje de temperamento
sobre la ganancia diaria media de peso para las razas de cruzas índicas y para
las taurinas (Cuadro 3). Los novillos Bos taurus con temperamentos más calmos
tuvieron un promedio de aumento de peso superior en 190 g/día al de los
novillos con los puntajes más altos o de temperamentos más excitables (P <
0,05). Si se exceptúan los novillos de cruzas índicas que tuvieron un puntaje
de temperamento de 1, las ganancias diarias de peso de ambos grupos raciales
declinaron a medida que aumentaba el puntaje de temperamento. El ganado Bos
indicus de temperamento calmo (puntaje 1) no encuadra en este patrón, porque
tuvo los aumentos diarios de peso más bajos (0,75 kg/día). Sin embargo,
suponemos que este resultado aparentemente contradictorio puede deberse a que se
trata de muy pocos animales (n= 4) y hay un alto error estándar.
Cuadro
3. Promedios mínimos cuadráticos de la ganancia diaria, según
temperamento y raza (Experimento1) |
||||
|
Bos
taurusc |
Cruzas
índicasd |
||
Puntaje
de temperamentoa,b |
n |
Ganancia
diariae (kg/día) |
n |
Ganancia
diariae (kg/día) |
1 |
37 |
1,38
+- 0,05f |
4 |
0,75
+- 0,12h |
2 |
70 |
1,29
+- 0,04g |
40 |
1,07
+- 0,04f |
3 |
17 |
1,19
+- 0,06g |
94 |
1,02
+- 0,03fg |
4 |
0 |
--- |
113 |
1,01
+- 0,03fg |
5 |
0 |
--- |
61 |
0,97
+- 0,04gh |
a
El modelo incluyó temperamento, raza, género (sólo en cruzas índicas), raza
paterna y espesor de grasa.
b 1= calmo, sin movimientos; 2= movimientos incesantes; 3= torsiones
y sacudimientos ocasionales del dispositivo de encierro; 4= movimiento vigoroso
y sacudimiento continuo del dispositivo de encierro; 5= corcovos, giros o lucha
violenta.
c Sólo novillos..
d Novillos y vaquillonas.
e Las cifras representan el promedio y el error estándar.
f,g,h Las letras distintas indican que las diferencias en los
promedios tienen P < 0,05.
Experimento
2.
El observador 2 calificó a 304 animales de cruza índica según la escala de
cuatro puntos descripta anteriormente (Cuadro 4). El puntaje de temperamento fue
una fuente significativa de variación en el aumento promedio de peso por día.
Los animales con puntajes de 1 y 2 tuvieron aumentos diarios de peso mayores que
los animales con puntajes de 3 (P < 0,05).
Cuadro
4. Promedios mínimos cuadráticos de aumento diario de peso según
puntaje de temperamento (Experimento 2) |
||
|
Cruzas
índicasb |
|
Puntaje
de temperamentoa |
n |
Ganancia
diaria promediob (kg/día) |
1 |
89 |
1,04
+-0,03c |
2 |
119 |
1,05
+- 0,03c |
3 |
76 |
0,95
+- 0,03d |
4 |
20 |
0,94 +- 0,06cd |
a
El modelo incluyó temperamento, raza, género, raza paterna y espesor de grasa.
b Las cifras representan el promedio y el error estándar.
c,d Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios
tienen P< 0,05.
El
empleo de dos observadores y de distintos métodos experimentales atestigua la
robustez de nuestros resultados y la fuerza del efecto del temperamento en la
ganancia de peso. Debido a la falta de inmovilización que había en la báscula,
el animal tenía una mayor capacidad de movimiento. En consecuencia, el
observador 1 asignó más puntajes altos, de 4 (25,9 %) o 5 (14,0 %), que el
observador 2, que sólo registró el 6,6 % de animales con el nivel 4. Pese a
esas diferencias, los resultados obtenidos en el estudio mantienen su
consistencia. De estos datos, extraemos como conclusión que el factor
determinante de las diferencias en el promedio diario de ganancia de peso es la
diferencia de temperamento, que favorece a los animales calmos en contraste con
los excitables o ariscos. Dicho de otra manera, el ganado calmo obtuvo ganancias
superiores, sin que se pueda afirmar que el ganado excitable haya tenido una
depresión en sus ganancias diarias de peso. Sin embargo, se necesita más
investigación para establecer esto con seguridad.
Análisis
de las diferencias por género
Debido
a que sólo había hembras en los grupos de ganado de cruzas índicas, el análisis
por género se limita a esas categorías raciales. El género fue una fuente
significativa de variación, no solamente en el promedio de ganancia diaria,
como era de esperar, sino también en los puntajes medios de temperamento.
Independientemente del observador o del sistema de puntuación, las vaquillonas
obtuvieron puntajes de temperamento consistentemente más altos que sus coetáneos
machos (Cuadro 5). En el experimento 1, las vaquillonas tuvieron un puntaje
promedio de temperamento de 3,72, y los novillos, de 3,39. En el experimento 2,
sus promedios de puntaje fueron 2,23 y 1,97, respectivamente.
Cuadro
5. Diferencias en el promedio de temperamento de las cruzas índicas según género
|
Promedios
de puntaje de temperamentob |
|
Géneroa |
Experimento
1 |
Experimento
2 |
Hembras
(vaquillonas) |
3,72
+- 0,11c |
2,23
+- 0,10d |
Machos
(novillos) |
3,39
+- 0,11c |
1,97
+- 0,10d |
a
El modelo incluye raza, género, raza paterna y espesor de grasa.
b Las cifras representan el promedio y el error estándar.
c Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios
tienen P < 0,01.
d Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios
tienen P < 0,05.
Estudios
anteriores han encontrado diferencias similares en temperamento entre las razas
británicas y las continentales (Stricklin et al., 1980). Otras investigaciones,
centradas en razas de Bos taurus, hallaron tendencias parecidas, pero no
llegaron a detectar diferencias significativas de temperamento según el género
(Tulloh, 1961; Schrode y Hammack, 1971). Sugerimos como hipótesis que las
diferencias por género pueden hacerse evidentes solamente en algunas razas. Por
ejemplo, dado el temperamento más calmo de las razas de Bos taurus, las
diferencias debidas al género pueden ser menos pronunciadas que en las razas índicas
y sus cruzas (Elder et al., 1980; Fordyce et al., 1988).
Estudios
análogos con roedores, que se caracterizan por manifestar miedo o ansiedad (típicamente
considerados como sinónimos), han hallado diferencias comunes pero
inconsistentes en el comportamiento según el género (Gray, 1987; Johnston y
File, 1991. Los estudios sobre el miedo pueden contribuir a nuestro conocimiento
del temperamento, teniendo en cuenta que el miedo, como estado fisiológico del
sistema nervioso, tiene como resultado final cierto tipo de comportamiento
(Gray, 1987). Agreguemos que Boissy (1995) ha definido la temerosidad como el
rasgo que determina el grado al cual un individuo se espantará ante situaciones
alarmantes.
Los
mecanismos de evolución y/o adaptación que subyacen a las diferencias de
temperamento entre géneros no son plenamente conocidas. La experiencia práctica
en ranchos ganaderos demuestra que las vaquillonas son más temperamentales que
las vacas. El hecho de que el cambio en la disposición se produce justo después
del parto ha sido verificado en experimentos con roedores. Inmediatamente después
de parir, y durante la lactancia, las ratas exhiben una declinación en su
reactividad emocional o temerosidad (Hard y Hansen, 1985). Las ratas que no han
parido fueron más temerosas que las parturientas en diversos ensayos,
incluyendo los que medían la demora en salir de una caja a un terreno abierto y
la inclinación a huir de un intruso (Fleming y Luebke, 1981). Es probable que
la reducción en la temerosidad de las ratas parturientas se asocie a cambios
hormonales (Fleming y Luebke, 1981).
Además
de las diferencias de temperamento de origen genético, es posible que el
temperamento sea afectado por los protocolos de implantes promotores del
crecimiento, que se confunden totalmente con los efectos del género. Sin
embargo, no hemos encontrado investigaciones que apoyen o refuten esta
posibilidad en las vaquillonas. Se han realizado dos estudios sobre novillos y
toros para examinar los efectos del zeranol en el comportamiento. Ninguno de
ellos halló un efecto significativo de esos implantes en las mediciones de
agitación (Vanderwert et al., 1985; Baker y Gonyou, 1986).
La
experiencia pasada también afecta las reacciones al manejo y a la inmovilización.
Crookschank et al. (1979) demostraron que la agitación y los niveles de
cortisol del ganado bovino decrecen a lo largo de experiencias sucesivas de
manejo. El amansamiento de los animales tiene por lo menos algún éxito en la
reducción de la aversión a la inmovilización y al manejo, aunque no tanta
como para superar los efectos de procedimientos altamente desagradables
(Hargreaves y Hutson, 1990). En un estudio, bovinos de razas continentales,
pasados reiteradamente a través de una manga de compresión en un mismo día,
se pusieron cada vez más agitados (Grandin, 1993). En contraste, toros Angus
calmos no tuvieron aumentos en su agitación en los pasajes adicionales por las
instalaciones de trabajo (Voisinet, datos inéditos). Otra investigación sobre
ovinos, sin embargo, ha demostrado que si se les da a los animales la
oportunidad de evitar procedimientos de manejo altamente desagradables, tales
como la electro-inmovilización, lo harán de manera consistente a lo largo de
numerosas pruebas (Grandin et al., 1986). Las diferencias en los resultados de
los estudios probablemente se deban a las diferencias en los niveles de miedo y
a la percepción del animal sobre cuán desagradable será un procedimiento. Los
animales tienen capacidad para discriminar entre distintos tipos de interacción
con los seres humanos según sean agradables o desagradables (Gonyou et al.,
1986), y también entre distintos lugares de un conjunto de instalaciones de
encierro, en los que han experimentado situaciones altamente desagradables
(Rusher, 1986). Los niveles de rechazo manifestados por un animal en particular
son relativamente persistentes a lo largo de muchas experiencias de manejo
(Fordyce y Goddard, 1984; Lyons, 1989; Grandin, 1993). Por esta razón, y al
margen de que la agitación en respuesta a una situación particular de manejo
aumente o disminuya a lo largo del tiempo, sería de esperar que el nivel de
agitación o el puntaje de temperamento de un animal individual se mantengan
relativamente estables con respecto a los de sus compañeros de grupo. Las
estimaciones de la heredabilidad del temperamento en el ganado bovino muestran
que es un rasgo moderadamente heredable (Schrode y Hammack, 1971; Stricklin et
al., 1980; Fordyce et al., 1988).
A
pesar de que no se ha completado a la fecha un análisis económico, los
beneficios de seleccionar animales que sean más calmos y dóciles pueden ir más
allá de tener animales mejores, más seguridad laboral y menos deterioro de las
instalaciones. Otra ventaja de seleccionar animales de temperamento más calmo
sería un mayor bienestar animal, pues se reducirían las lesiones que sufren
durante el manejo.
Se
necesita más investigación para determinar los mecanismos fisiológicos que
están detrás del efecto del temperamento en el promedio de ganancia diaria de
peso.
Implicancias
La
selección de ganado de temperamento calmo puede convertirse en un factor clave
para maximizar la eficiencia productiva de la ganancia de peso en los corrales
de engorde. El temperamento bovino es heredable, y las diferencias de
temperamento persisten cuando se mide este rasgo a lo largo de un período de
tiempo. Estos dos factores, considerados en conjunto, sugieren que la selección
cuidadosa a favor de un temperamento calmo puede mejorar no solamente la
seguridad de los animales y de los operarios, sino también los resultados económicos,
a través de la elevación de los promedios diarios de ganancia de peso.
Referencias
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Ratificando la unión entre carne y deporte, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (PCVA) será nuevamente el “combustible” oficial de la carrera El Cruce 2024 (San Martín de los Andes, 1 al 6 de diciembre) con degustaciones, show de fuegos, mucho asado y un equipo de Embajadores de la Carne Argentina que participarán en la competencia.
Ver Más...La campaña de “Argentine Beef” en Europa recibió la distinción como mejor campaña internacional digital y social media y también en las categorías “campanas de sustentabilidad” y “campanas de influencers”
Ver Más...La carne argentina estará presente una vez más en una de las ferias de alimentación más importantes de los países árabes.
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