Llega el verano y son muchos los que disfrutan de asolearse para estar bronceados y lucir un color marrón en la piel. Es sabido que el exceso a la exposición del sol puede generar desde quemaduras leves hasta lesiones más severas que pueden comprometer la salud de las personas. Es por ello que las recomendaciones más frecuentes para evitar quemaduras son moderar la exposición a los rayos solares, tomar el sol de la mañana y de la tarde (evitar el mediodía) y utilizar protectores solares, entre otras medidas de protección.

Sin embargo la alimentación y la hidratación juegan un papel crucial en salud, reparación y recuperación de la piel y rara vez se promueven recomendaciones sobre que alimentos ingerir para ?preparar la piel para el verano? y contribuir a las medidas de precaución antes mencionadas.
El papel del zinc: Es el segundo mineral más importante del organismo después de hierro, es necesario para la síntesis de la queratina y el colágeno. Se encuentra principalmente en la carne vacuna, cerdo o cordero y en menor cantidad en pescados, legumbres, nueces, granos enteros y levadura.
El consumo carne vacuna contribuye no solo a tener una piel más saludable por el aporte de una cantidad significativa de zinc, sino que promueve además una adecuada síntesis de proteínas de cicatrización, ayudando a recuperar la piel de quemaduras sufridas por la exposición al sol.

¿Qué alimentos ingerir?

La vitamina A ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas. Se encuentra en los alimentos de origen animal como la carne vacuna, huevo, lácteos completos y en forma de beta-carotenos en las frutas y verduras de coloración rojo anaranjado amarillento (el organismo los transforma en vitamina A cuando lo necesita).

*Los ácidos grasos insaturados como el ácido oleico, presente en el aceite de oliva, aceites de semillas, frutos secos oleaginosos son imprescindibles para mantener una piel bien estructurada e hidratada.

*La vitamina E actúa evitando la acumulación de radicales libres (acción antioxidante) que en verano aumentan por la acción de los rayos solares y provocan las denominadas manchas de envejecimiento. Encontramos buena cantidad de vitamina E en el aceite de germen de trigo, aceite de soja, cereales de grano entero, aceites de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

*La vitamina C o ácido ascórbico es también un antioxidante. Además, mejora la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel tersa y sin arrugas. La mejor forma de incorporar esta vitamina es a través de frutas y verduras, frescas y crudas. Abunda en alimentos como naranjas, mandarinas, limón, kiwi, melón, frutillas, moras, pimientos o tomate. *Las vitaminas del grupo B actúan sobre el estado de la piel, cabello, mucosas e intervienen en los procesos de renovación celular, entre otras funciones. Aparecen en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres) y en los de origen animal (como la carne vacuna, huevos y en los productos lácteos). Se debe prestar especial atención al ácido fólico, que encontraremos mayoritariamente en la verdura de hoja verde, legumbres verdes, frutas y cereales.

*El selenio es un mineral con acción antioxidante, relacionado con un menor riesgo de aparición de ciertos tumores, entre ellos el de piel. Se encuentra también en la carne vacuna, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.
*El cinc favorece la formación de nuevas proteínas (renovación celular) y el buen estado de la piel y las mucosas (tonicidad y elasticidad de la piel). Abunda en carnes rojas, pescado, huevos, cereales completos y legumbres.

Fuente Gobierno de la ciudad de Santa Fe, IPCVA y http://www.saludnutricionbienestar.com.