Artículos y Noticias de la Carne Argentina y el campo.
Los resultados preliminares del Primer Mapa de Consumo de Carne en la Argentina, que está llevando a cabo el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina a través de la consultora TNS-Gallup, revelan el fuerte vínculo que poseen los argentinos con la carne roja.
En virtud de la poca información existente en nuestro país relacionada con el consumo de carnes rojas, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) decidió llevar adelante este importante estudio de mercado con el objetivo de contar con información sobre el posicionamiento de la carne vacuna en la alimentación de los argentinos.
De esta manera, se busca implementar estrategias de marketing y poder cumplir con el objetivo principal de la cadena de ganados y carnes: mejorar la rentabilidad del negocio y consolidarlo desde la demanda.
La investigación consta de dos etapas: una cualitativa, que es la que acaba de concluir y que ha permitido responder algunos interrogantes respecto a significaciones asociadas a la carne y su consumo, y otra cuantitativa, que permitirá validar estadísticamente los resultados a nivel país, que estará disponible para marzo de 2005.
Radiografía del Consumo
Esta etapa del trabajo consistió en la realización de Focus Groups en Capital Federal / Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza, integrados por ocho participantes y moderados por coordinadoras psicólogas expertas en técnicas grupales. En dichos grupos se buscó indagar emociones, sentimientos y todos aquellos pensamientos y significaciones asociadas al consumo de determinados productos.
Para la realización de los Focus Groups se utilizó una Guía de Pautas realizada especialmente para esta investigación, diseñada en base a los interrogantes planteados por profesionales del IPCVA.
Una de las incógnitas que reveló el estudio tiene que ver con el comportamiento diferencial que manifiestan los consumidores habituales (que comen carne vacuna tres o más veces por semana) y los esporádicos (una vez por semana).
En este sentido, si bien ambos consideran a la carne como el alimento ”base” de toda comida, en los primeros se suma el valor simbólico de las carnes rojas como parte de la cultura alimenticia tradicional, cobrando relevancia los argumentos emocionales de consumo. Mientras que en los segundos se privilegian los argumentos racionales, anclados en el concepto de alimento indispensable para una buena alimentación.
Sabor irremplazable
Esta frase sintetiza la valoración de los argentinos de la carne en su dieta. Sin embargo, el estudio revela que no consideran todas las carnes por igual y que hay aspectos que explican por qué prefieren carne vacuna frente a carnes competidoras: el rendimiento económico, la capacidad de saciar el hambre y la apetitosidad figuran entre los principales motivos que ubican a las carnes rojas en el lugar más alto del podio.
La facilidad de preparación, así como la versatilidad de este alimento, en cuanto a la gran diversidad de recetas que se pueden elaborar, contribuyen a crear ciertas preferencias a la hora de incorporar proteínas a la dieta.
La investigación que permitió identificar las principales fortalezas de la carne como alimento, reveló que tiene una amplia aceptación familiar y que, además de valorar su aporte proteico, los argentinos ven a la carne roja como una fuente importante de hierro para su organismo, resaltando la necesidad de su ingesta en mujeres embarazadas y en chicos en edad de crecimiento.
Dados los resultados, el IPCVA se encuentra en condiciones de definir los ejes sobre los que deberá hacerse hincapié en la instancia de investigación cuantitativa, en función de los parámetros de calidad valorados por los distintos segmentos del mercado.
En líneas generales los argentinos priorizan entre los atributos ideales las características organolépticas, prefiriendo la carne de un color rojo-rosado frente a otra más oscura, una magra a otra grasosa y la grasa blanca frente a la amarillenta.
Asimismo, y marcando las diferencias con los consumidores europeos y norteamericanos, confían plenamente en sus carnes, ya que no se hace mención a la importancia de un sistema de certificación o un sello que respalde su calidad.
Si bien se verifica un alto conocimiento de la denominación de los distintos cortes vacunos, más allá de los que se consumen habitualmente, se registra un desconocimiento generalizado de las características y de la utilidad culinaria de los cortes que no se suelen consumir.
Uno de los aspectos sobre los que deberá trabajar el Instituto esta vinculado a algunas ideas comunes o mitos arraigados en el imaginario popular. Por ejemplo, que la mejor carne no se vende en el país, cuando la que se consume internamente es de la misma calidad que la que se exporta.
El relevamiento de los canales de información y formación sobre alimentos, las sugerencias espontáneas de promoción desde la visión de los propios consumidores, diferenciados según segmentos etarios y niveles socioeconómicos, y los posibles recomendadores o referentes para difundir los beneficios de nuestras carnes rojas, surgieron también como resultados de este estudio, perfilándose algunas posibles acciones a seguir en el proceso de planificación e implementación de futuras campañas de marketing.La campaña de “Argentine Beef” en Europa recibió la distinción como mejor campaña internacional digital y social media y también en las categorías “campanas de sustentabilidad” y “campanas de influencers”
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