Quedó demostrado en una jornada a campo que realizó el IPCVA en el Establecimiento “La Perla” del sur de Córdoba. Participaron más de 400 productores de la región.
Con el lema “en la búsqueda de un sistema mixto rentable y sustentable para el sur de Córdoba”, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, acompañado por el INTA, realizó una nueva jornada a campo en Huinca Renancó el pasado miércoles 14 de noviembre.
Durante el encuentro, mediante disertaciones de especialistas, datos económicos del establecimiento y salidas a los distintos potreros del campo, quedó demostrado que la agricultura –más precisamente la producción de maní- y la ganadería pueden convivir en forma virtuosa.
“Se demuestra que es posible la convivencia de una agricultura sustentable con una ganadería rentable, que fortalece la economía de la región y genera empleo, inclusión social y arraigo”, sostuvo Gonzalo Álvarez Maldonado, Presidente del IPCVA.
La jornada incluyó disertaciones como “Sistemas ganaderos intensificados para el sur de Córdoba” (Néstor Latimori, EEA INTA Marcos Juárez), “Uso eficiente del encierre a corral” (Sebastian Rifle, asesor privado), “Perspectivas de los mercados de carne” (Dardo Chiesa, Consejero del IPCVA), “Sustentabilidad de los sistemas mixtos con inclusión del maní” (José Cisneros, Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC) y “Cultivos de cobertura en los sistemas mixtos” (Cristian Álvarez, EEA INTA Anguil).
También se realizaron cuatro paradas o “salidas a campo” en las que se pudieron ver los cultivos y el encierre a corral que se lleva a cabo en el campo.
El Establecimiento “La Perla”, de administración familiar, cuanta con 420 cabezas de ganado y una carga promedio de 3,22. La alimentación está basada en una recría a corral, con alto porcentaje de silo de sorgo, maíz y algún complemento mineral. En primavera, los animales regresan a la pradera para pastar hasta fines de febrero, cuando vuelven al corral para su terminación.
La clave en este sistema es el la capacitación de los productores, como sostuvo Marcelo Tolchinsky, Director del INTA Marcos Juárez, ya que “el manejo tiene que ser cada vez más preciso para obtener resultados y adaptarlos con sustentabilidad y rentabilidad”.
“Se trata de tener sinergismo. No se trata solamente de que la ganadería use los restrojos de la agricultura sino algo mucho más complejo y estructural”, sostuvo Carlos Bossio, uno de los propietarios.
Para evitar la voladura de suelos tan común en la zona, Bossio comentó que “de la mano del INTA incorporamos los cultivos de cobertura. Sembramos en los rastrojos de soja, maní o girasol donde ajustamos la fertilización y densidad de siembra. Ese cultivo lo dejamos crecer hasta el momento que la hoja bandera del centeno se despliega totalmente y logramos hasta 6 mil kilos de materia seca”.
Sobre el maní, aseguró que “entró en la zona hace 9 o 10 años y, aunque no se lo puede llamar un cultivo ‘destructor’ de suelos, como es señalado algunas veces, hay que saber manejarlo, ajustar las técnicas”.
“Se siembra en directa. Cuando se cosecha, la cobertura del suelo se remueve toda. Allí juega fundamentalmente la trilla, ya que cuando se trilla bien, tenemos un suelo que sufre menos la erosión eólica. Entonces sembramos el cultivo de cobertura, con lo que disminuimos la cantidad de malezas y la salida del maní guacho”, agregó.
“Hoy sembramos soja detrás de los maníes para cuidar los suelos. Los rendimientos de la soja, después del maní, son normales y dependen del agua”, sostuvo.
Con respecto a la producción ganadera, que incluye cría y compra de terneros, afirmó que “la invernada es de alta producción, mestiza, de buena calidad. Generalmente se compran en la provincia de Buenos Aires. Los animales alcanzan los 812 gramos de aumento de peso diario, es decir, una eficiencia alta. Tenemos 3,23 cabezas por hectárea ganadera y, en alfalfa, 4,66 cabezas. Eso nos permite comer las pasturas con muy poca floración”, concluyó.
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