Con la mirada puesta en alcanzar un millón de kilos de carne en los próximos años, en el establecimiento ”El Jubileo”, de la familia Bordeu, cada día se redoblan los esfuerzos para alcanzar ese objetivo mediante la intensificación de la ganadería.

El campo, en donde el IPCVA realizó el pasado 10 de noviembre la última jornada a campo del 2022, está ubicado sobre la Ruta provincial 18, km 191, a unos 46 kilómetros al este de Villaguay, Entre Ríos.

La explotación agropecuaria tiene una superficie de 6.200 hectáreas, de las que se asignaron a la ganadería y cultivos forrajeros unas 2.300 ha.

El planteo ganadero

El rodeo desde su origen estuvo formado por bovinos de la raza Herford astados que se desarrolla sobre pasturas consociadas y también se utilizan los rastrojos de los cultivos de verano para su alimentación. En el establecimiento se realiza ciclo completo (cría, recría y engorde). Entre las prácticas agrícolas se practican los cultivos de arroz,  granos gruesos y finos.

Con la idea de romper el circuito cerrado, recientemente se incorporaron toros de otras cabañas de la región para mantener la fertilidad del rodeo, además se compraron 1.000 dosis de semen.

El establecimiento, que hasta hace algún tiempo realizaba ganadería extensiva de ciclo completo, comenzó a incursionar, hace un año y medio, en la ganadería intensiva de ciclo completo

“Hoy tenemos 2.300 vientres en producción, 1.700 terneros, de los que ya se vendieron toda la cabeza, 670 novillos y un plantel de 50 toros y 11 más que se incorporaron en forma reciente; además 560 vaquillonas, que están en servicio”, explicó el Ing. Agr. Ramiro Buteller, responsable deltrabajo ganadero en la estancia.

Los números más recientes indican que el porcentaje de preñez alcanza al 94%, con un destete medido de 87%.

“Para alcanzar esos índices de producción estamos convencidos de que la nutrición es fundamental, por eso queremos seguir creciendo en pasturas y cuidarlas y se aplica un sistema de pastoreo de entre cuatro y seis hectáreas”, describió el profesional.

Buteller comentó que “en la cría el objetivo es alcanzar a los 3.000 vientres en producción, con una carga animal equivalente a dos vacas por hectáreas si queremos crecer, manteniendo los índices reproductivos”

Los terneros se destetan con 220 kilos y luego pasan a la etapa de recría, pero un paso previo es enviarlos a un corral por 30 días para que aprendan a comer.

“En la recría nos propusimos mejorar las ganancias de pesos a partir de una mayor eficiencia en la cosecha de pasto, que es la variable de ajuste de todo el sistema y se utiliza la suplementación estratégica para mantener altas ganancias de peso durante todo el ciclo”, amplió el profesional.

Los animales salen de la recría con 320 kilos y durante el período que puede alcanzar  hasta 70 días, se le entrega a los animales silo de maíz, maíz húmedo o soja con urea, más un suplemento mineral hasta que salen del engorde con 420 kilos a los 14 o 15 meses de edad en octubre y la cabeza del rodeo se manda al frigorífico.

En tanto, el cuerpo y la cola del rodeo permanece en la etapa de terminación en pasturas hasta alcanzar los 400 y los 380 kilos  respectivamente.

El establecimiento muestra muy buenos resultados dado que obtiene 238 kilos de carne por hectárea y un total de 540.000 kilos anuales.

Sin embargo, el objetivo de la estancia es llegar en los próximos dos años 1 millón de kilos de carne y para alcanzar esos volúmenes se debe pasar de 1.500 hectáreas forrajeras a 1900 hectáreas de pasturas consociadas y llevar la producción de carne a 400 kilos/ha.  

La sanidad

Por su parte el médico veterinario Carlos Benay, explicó que para realizar el plan sanitario del establecimiento se realizó un estudio basado en la casuística de la zona y en las características del campo que incluyó las vacunas establecidas por el plan oficial de sanidad, más la aplicación de vacunas contra el carbunclo, una enfermedad que se observa en la región.

“Trabajamos muy fuerte con las vacunas clostridiales y se aplicaron a las vacas preñadas y a los terneros dos veces por año, porque encontramos varios casos de clostridium (una bacteria que produce diarrea en los animales) de este campo y de la zona,  además de un control parasitario”, describió.

“Una de las prácticas que se incorporó al campo es la inseminación artificial, se hizo lote por lote, como estaba programado con la inseminación de 250 y luego 660 vacas con cría y al realizar las ecografías a los 30 días, vimos que teníamos 65% de preñez, que pone de manifiesto la fertilidad de las vacas y de los toros que usamos”, agregó.