Este primer “Curso a distancia sobre Gestión de la Información para el Gerenciamiento y el Desarrollo de Negocios Agroganaderos” (GIGDNA) tuvo como objetivo central la capacitación de productores ganaderos, profesionales y técnicos, quienes adquirieron herramientas para la evaluación de sus sistemas zonales y el planteo de alternativas.
Esta modalidad de capacitación fue organizada por el Instituto y coordinada por la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad del Centro, con sede en Tandil.
El encuentro no sólo permitió  que los participantes pudieran conocerse personalmente, ya que hasta ahora el intercambio había sido a través de los diversos foros interactivos en el “aula virtual” accesible vía Web, sino también para presentar los cinco trabajos finales distinguidos y pensar en conjunto alternativas futuras de desarrollo ganadero y capacitación.

El encuentro fue moderado por los docentes del curso Claudio Machado y Eduardo Ponssa y contó con una apertura a cargo de Carlos Vuegen, Gerente General del IPCVA, y un cierre realizado por Arturo Llavallol, representante de Sociedad Rural Argentina en el Consejo de Representantes del Instituto.

La gestión de la información, eje central del curso, fue considerada una capacidad fundamental para adaptarse a un entorno cambiante, diseñar y evaluar modos de producción y planificar el negocio.
Los participantes, profesionales y productores residentes en diversas zonas de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y Mendoza, no sólo accedieron al conocimiento específico para gerenciar información sino que también se formaron en el manejo de un software de planificación ganadera, desarrollado en la Facultad de Veterinarias de Tandil.
Los docentes responsables del curso contaron con la colaboración técnica de los Med.Vet. Rodolfo Catalano y Ricardo Chayer, y los Ing. en Sistemas Pablo Mangudo y Mauricio Arroqui y del Lic. Germán Chavez,

LOS TRABAJOS PREMIADOS

AUMENTO DE CARGA
Jorge Calandra, técnico agrónomo de Landeta  (oeste de Santa Fe), evaluó el  impacto del aumento de la carga hasta llegar a 1 vaca/ha. También propuso incrementar el peso de los terneros al destete y realizar inseminación artificial (IATF) a parte de las madres con el objeto de reducir al 2% la proporción de toros y mejorar la cabeza de parición. Todo esto en un ambiente de gran inestabilidad, en el cual se pasa con facilidad de la inundación a la sequía. 
Para lograr estos objetivos Calandra propuso incrementar la intersiembra de praderas perennes, implantar cultivos anuales (moha) para obtener reservas, y aumentar  la fertilización y aplicación de enmiendas. También se planteó la posibilidad de incorporar pasturas megatérmicas (Grama Rhodes, Brachiaria, etc.). En los dos meses anteriores al destete se suministrarían concentrados y sales a los terneros, y se adelantaría el servicio de las vaquillonas, a los 18 meses.
Las mejoras proyectadas en el proyecto permitirían hacer frente a un costo de arrendamiento de 60 kg de carne por ha. y obtener una tasa interna de retorno (TIR) del 23% anual.
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MÁS PREÑEZ
Sobre 277 vacas Braford en la zona de Tulumba (norte de Córdoba), Marianela Alberto propuso el objetivo de incrementar la preñez (del 75% al 93%), aumentar la carga (a 300 vientres) y disminuir la mortandad de los terneros. Para ello evaluó hacer 50 hectáreas de maíz diferido y generalizar el destete precoz con creep feeding. En esta situación, el Margen Bruto aumentaría un 33%, llegando a 960 $/ha, a pesar de la notable disminución de las precipitaciones que se ha visto en los últimos años.
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MEJORAR LA CADENA FORRAJERA
Miguel Angel Silva es Ingeniero Agrónomo  y productor ganadero de cría en la zona de monte del Partido de Patagones al sur de la  provincia de Buenos Aires. “Estamos al sur de la barrera sanitaria lo que le confiere características especiales al movimiento de hacienda”,  señaló. 
Silva planteó una  propuesta superadora, mejorando la cadena forrajera y sosteniendo el recurso en el tiempo (pastizal). La situación evaluada correspondía a una legua cuadrada (2500 has) con 2100 has de pastizal natural y 400 has de campo natural (que vienen de superficies agrícolas abandonadas).
La alternativa posible se basa en la incorporación de verdeos de avena (para pastoreo y rollos), centeno, sorgo y pasturas de agropiro en las 400 has de campo natural. El servicio se adelantaría un mes (iniciándose en octubre, con el propósito de adecuar más estrechamente las curvas de oferta y demanda forrajera) y se incrementarían la carga (pasando de 180 a 240 vientres en servicio) y la preñez (del 77% al 94%), concentrándose ésta en los dos primeros meses.  Como consecuencia de estas medidas también aumentaría el peso al destete. Además el campo podría ser inscripto como establecimiento de origen. Si bien los  gastos directos pasarían de 25 a 64 $/ha, la producción de carne superaría los 18 kg/ha y el Margen Bruto mejora en un 44%.
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PASTURAS BAJO RIEGO
El Med. Vet. Luis Ríos, de Buratovich, Partido de Villarino, al sur de la provincia de Buenos Aires, analizó la posibilidad de incorporar pasturas bajo riego (ya que el campo se encuentra dentro del consorcio del Valle Bonaerense de Riego del Río Colorado).  Si bien disminuiría la superficie con cebolla, esta alternativa aumentaría la eficiencia en el uso del recurso agua, contribuye a la restitución de la fertilidad de los suelos y contribuye a cortar el ciclo de las principales enfermedades de la cebolla. “Cada hectárea de cebolla consume la misma cantidad de agua que cinco de pradera”, sostuvo Ríos, por lo que al reducir la superficie con cebolla a la mitad (15 has) se liberaría un canon que podría irrigar 75 has de pasturas perennes (de alfalfa, trébol blanco y festuca alta). Esta mayor oferta forrajera permitiría mantener 200 vacas adicionales.
Al comparar la situación propuesta con la actual se observa que la producción de carne aumentaría en 89kg/ha ganadera, lo cual representaría una mejora de 585 $/ha en el Margen Bruto de la cría. Otra posibilidad hubiera sido efectuar la invernada de los terneros del planteo actual. En definitiva, los cambios analizados permitirían aumentar el resultado por producción de la empresa en un 27%, con una rentabilidad global del 9,7% anual.
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SILAJE DE CEREALES
El Med.Vet. Miguel Raimondi, de González Chaves, destacó la importancia de los silajes de cereales de invierno para mejorar la producción de carne.  El cultivo de invierno es más barato que el de verano, no compite con los cultivos agrícolas y  se adapta mejor a las características de la zona, con veranos secos y ventosos, y suelos someros.  Mediante este recurso y el uso de rollos de residuos de cosecha fina, Raimondi evaluó la posibilidad de pasar de 550 vientres en servicio a 1000, llegando a una producción de carne de 502 kg/ha, en cría, alcanzando un  margen bruto de 3000 $/ha, un 50% mayor al de la situación actual. “En algunos campos de la zona ya estamos en camino hacia este objetivo”, señaló.
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